lunes, 28 de noviembre de 2011

QUERER, ES PODER.



En estos tiempos de crisis en los que hay reducir, reducir y seguir reduciendo, hay que tener una muy especial habilidad para seguir en la brecha y sobre todo con la mayor dignidad posible.
Uno de esos ejemplos a seguir, lo acabamos de tener el pasado viernes en nuestro Teatro Villamarta.
Con el Coro del Teatro, dos solistas, un piano, un paño, un tul, una lampara de pie, un sillón, unos bancos, una fantástica iluminación y unas rosas rojas, nuestro Paco López, y digo nuestro porque a pesar de sus raíces cordobesas, creo que Jerez ha prendido en su corazón, nos ha ofrecido una Suor Angélica que habría emocionado al mismísimo Puccini.
Si bien fue minimalista la recreación del convento que se nos ofreció en escena, el cariño de todos los que han tenido algo que ver con esta producción, se encargó de añadir todo lo que hizo falta.
Consuelo, Ana, Matilde, Charo, Teresa, Mónica, Paola, Mari Angeles, Victoria, Erreguiñe, Inma, Mari Carmen, Clara, todas partiquinos unieron sus voces a las de Maribel Ortega y Alicia Nafé que dirigidas al alimón por Paco López y Carlos Aragón, nos regalaron una Suor Angélica que emocionó a muchos y no dejó indiferente a nadie.
No puedo olvidar a Silvia que junto a Carlos, se encargaron de acariciar las teclas de ese piano que puso la música a la obra de Giacomo.
Lo siento por los que se lo perdieron.