domingo, 5 de junio de 2011

¿ LA ÚLTIMA ?


Jueves y Sábado, dos éxitos rotundos han puesto el punto y final a la temporada lírica 2010-2011 en el Teatro Villamarta con la Carmen de Bizet.
La puesta en escena de esta producción del Teatro bajo la dirección de Paco López, en escena, y la musical a cargo de la cubana Elena Herrera, cierra una temporada con la incógnita de que pasará con la programación que tiene preparado el Teatro para la 2011-2012. Esperemos que el espíritu de austeridad con el que viene cargado el próximo gobierno municipal no afecte a algo tan importante como es la cultura, máxime si tenemos en cuenta que es uno de los pilares más importantes de la sociedad y buena falta hacen grandes dosis de ella.
No por vista, resultó menos interesante esta nueva puesta en escena de una Carmen que siempre tiene plena vigencia. Las pasiones, los celos, el crimen pasional, la violencia de género tan presentes en nuestra cotidianeidad están reflejados en todos y cada uno de los cuatro actos en que se desarrolla la siempre admirada ópera de Bizet.
Leonor Leal, la bailarina jerezana que cosechó grandes aplausos tanto en la función del Jueves como en la del Sábado, abrió y cerró cada acto con instantes de verdadera emoción en cada una de sus interpretaciones (El destino) llenas de auténtico embrujo.
Fantástica María José Montiel (Carmen) en toda la ópera y especialmente, al menos para mí, en la Habanera llenando con su magnífica voz todo el auditorio cautivado por la sensualidad de su interpretación.
Sencillamente extraordinario todo el elenco que completaron Marcelo Puente (Don José), José Antonio López (Escamillo), Ainhoa Garmendia (Micaela), Cecilia Lavilla Berganza (Frasquita), Marina Pardo (Mercedes), José Canales (Remendado), David Rubiera (Dancairo), Francisco Santiago (Zúñiga) y Angel Tomás Pérez (Morales).

El Ballet, Los figurantes, la escolanía de la escuela municipal de música y como no, El Coro del Teatro Villamarta, llenarón el espacio escénico de color y de magia con su interpretación y sus voces.
Dos jornadas plenas de arte y momentos de auténtico gozo y disfrute para los que tuvimos el placer de estar presentes en el Teatro y también para los estudiantes de varios institutos de Jerez que acudieron al ensayo general, según me informaron algunos miembros del coro.
Una cosa: de pesimismo, NADA DE NADA. La próxima temporada ese templo de la cultura que es nuestro Villamarta, volverá a ofrecer esa temporada lírica que tantos adeptos tiene en nuestra ciudad.
Enhorabuena por todo lo que hemos recibido y por lo que vamos a seguir recibiendo.