
Serian las diez y media de la noche, cuando cálidos y prolongados aplausos está vez a ritmo de Foxtrot y como no al compás de las jerezanas bulerías, agradecían esa "Canción del Olvido" vivida y esa temporada disfrutada que llegaba a su final.
Muchísimos los buenos momentos vividos en esta 2009-2010 que han contribuido a alegrar unas horas este tiempo tan crítico que vivimos.
Las funciónes del Viernes y del Sábado habrán podido tener sus pequeños fallos, pero estos, tienen que quedar en ese olvido que hizo posible el esfuerzo del Teatro, el trabajo de músicos y solistas, la entrega del Coro. Ese Coro al que tenemos que agradecer, próximos a cumplirse ya los quince años desde su fundación, el que Jerez haya disfrutado y el que el Teatro haya ofrecido tantas y tantas producciones en las que han intervenido y que no hubiera sido posible disfrutar si ellos, si ese Coro, no hubiera estado ahí. Os imagináis si el Teatro hubiera tenido que pagar un coro para las producciones que nos ha ofrecido. Simple y llanamente no habría sido posible y Jerez se habría visto privado del disfrute de las mismas. Creo que a estas alturas, es justo y necesario un público reconocimiento a estas personas que después de su jornada laboral y de sus distintas obligaciones familiares acuden cada día a los ensayos para conseguir el día del estreno y en las funciones posteriores ofrecernos toda esa belleza y ese trabajo que nos brindan de manera desinteresada, solo por el placer de hacer lo que les gusta ¡Cantar!.
El colorido de la escena, el fantástico vestuario, los números agregados a esta producción que eran ajenos a la zarzuela, el perrito encantador que hizo su aparición al final, la dirección musical y la de escena, el movimiento, los solistas, el ballet, la figuración, hicieron que de verdad aquello fuera un magnifico divertimento.
Brillante como siempre el libreto de la Arcadia y los actos en torno a esta zarzuela que se han celebrado.
Y al Teatro, que adelante. Que si la próxima temporada tiene que ser más modesta, pues que habrá que conformarse porque a ello obliga la situación que vivimos, pero que Jerez pueda seguir siempre, disfrutando de ese mundo que solo nos puede ofrecer la Cultura.
Felices vacaciones a todos y a la espera de lo que buenamente nos pueda ser ofrecido.
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